////// Año XVº /// Editor Anónimo: Daniel Ares /// "Prefiero ser martillo que yunque", Julio Popper ///

domingo, 26 de julio de 2015

EDITOR DEL MARTIYO PREMIO DE NOVELA

Entre 485 obras, y por unanimidad, Daniel Ares, editor de El Martiyo, resultó ganador del premio Extremo Negro-BAN! 2015, con su novela Mato y olvido. 
Entontecido por la victoria, aquí el autor se desdobla y se saluda, comenta el hecho como si fuera otro, y agradece para disimular, pero agradece de verdad. 

And the winner is…




Otra vez Borges tenía razón: “la victoria entontece a los hombres”. Llevamos días sin saber cómo hacer para informar la noticia desde aquí y no detonar la sintaxis en el intento, felicitándonos a mí mismo pero desde la primera persona del plural como es propio del Martiyo. Sin embargo, como tampoco encontramos la forma de obviarla y no celebrarla, decidimos por lo menos agradecerla, y con esa excusa, ya que está –o estamos, o yo qué sé yo- imprimirla.
Ganadora por unanimidad entre 485 novelas, y frente a ocho finalistas, (todos escritores probados en pista, y cuyas obras –todas-, acabaron recomendadas para su publicación); Mato y olvido, de Daniel Ares, se alzó así con uno de los premios más ansiados del género en la Argentina: el Extremo Negro-BAN 2015. Como no agradecer, y por consiguiente, ¿felicitárnoslo?...
Primero que nada, mucho agradecemos a los jurados de preselección, Mónica Ploese, Diana Gamarnik, Mónica Piacentini y Carlos Santos Sáez. Luego, entonces, al jurado final: Carlos Santos Saez –editor y director de la editorial Del Nuevo Extremo-, y los escritores Sancia Kawamichi y Eduardo Goldman.
Pero si el premio es en sí valioso, en esta edición redobló su importancia a partir de los otros ocho finalistas: Laura Massolo, Mercedes Rosende, Alfredo Pérez, Nicolás Ferraro, Pablo Lerman, Jorge Horacio Márquez, Alejandro Soifer, y Juan Pablo Goñi Capurro. A todos ellos, también, muchas gracias.

En cuanto a la obra ganadora, dijeron los jurados:
“Mato y olvido es la novela del crimen perfecto, y también es la novela sobre lo peor del poder político, sobre lo peor del poder judicial, sobre lo peor de la policía y, más que nada, sobre el aberrante secuaz de todos ellos: el periodismo.”
“Está maravillosamente escrita, hay que agradecerle a la prosa de Daniel Ares que nos rescate de semejante asfixia.”
“Catamarca, un infierno encantador para un crimen perfecto, el escenario donde Daniel Ares construye la gran novela argentina del siglo XXI.”

Y apunta una gacetilla que ya rueda por ahí:
"De arranque el propio autor avisa: “Esta novela no es una mentira, pero es una ficción. El lugar donde transcurre no existe. Los personajes que la protagonizan, tampoco. La historia también es ficticia. Sin embargo el lector no deberá sorprenderse si encuentra semejanzas o coincidencias con algunos casos o personas reales que en su momento tomaron estado público o no. Es posible”.
Y sí. Al leer Mato y olvido resulta inevitable pensar en Catamarca y en el asesinato de María Soledad Morales. Pero también en otros lugares y otros crímenes donde se conjugan y colisionan la pasión de los cuerpos, las codicias humanas, el poder político entretejido con el narcotráfico, la culpa de todos, la inocencia de nadie, y detonando tanto prodigio, la voracidad de los grandes medios, que en nombre de la verdad, así mienten como ocultan, y así matan como olvidan.
Con una prosa coloquial, ágil, no exenta de humor ni de hondura, Mato y olvido cuenta la historia del asesinato de Paula Santos, una adolescente vecina de una pequeña y serena ciudad del noroeste argentino, que rápido sacude al país entero y convoca por lo tanto a toda la prensa nacional. O viceversa.
El caso es que allí va también, enviado por una de las revistas más exitosas del momento, Miguel Nogueira –protagonista de La curva de la risa y Banderas en los balcones-, que así, muy a su pesar y sin un peso, vuelve al “periodismo industrial”, y ve en el Caso Santos, su gran oportunidad. No sabe el infierno que le espera… y que a la vez desata.
Daniel Ares es escritor y periodista, nació en Buenos Aires en 1956. Además de las novelas mencionadas, publicó Popper, la Patagonia del oro (traducida al alemán y al griego); Historias de escritores (no ficción); Josefina, atrapada por la pasión, y El asesino entre el centeno. Como periodista, se inició en 1980 y trabajó para casi todas las grandes editoriales del circuito del “periodismo industrial”.
En el verano de 1991, Daniel Ares fue enviado a Catamarca por una revista de circulación nacional para cubrir los sucesos del caso María Soledad Morales. En aquellos hechos se basó libremente para componer esta novela, que es una ficción, pero no es una mentira”.

Mato y olvido estará en las librerías argentinas en la primavera, publicada por la editorial Del Nuevo Extremo.
Nosotros, desde aquí, desdoblados, y por lo tanto confundidos, agradecemos y nos saludamos, celebramos y nos celebramos, entontecidos por la victoria, es cierto, pero contentos… ¿está mal?...

* * *

domingo, 5 de julio de 2015

COPA AMÉRICA: MESSI, Y EL MITO DE LA ETERNA PROMESA...

Conductor que no conduce, capitán que no manda, goleador que no la mete, el superastro del Barcelona, viste la argentina y se esfuma, suma frustraciones, y el tiempo pasa.
¿Hasta cuándo hay que esperarlo? ¿Por qué usarlo de motor si no se enciende? ¿De qué sirve el mejor jugador del mundo si no sirve? ¿O no es sólo él y se trata de otra generación estelar de promesas eternas? 
Preguntas y más preguntas para una selección sin respuestas.



VENCEDORES VENCIDOS

Foto: Sebastian Rodeiro




Si un día allá en los inicios de este blog inauguramos esta sección, fue basados en la importancia que reconocemos en la Selección como símbolo patrio de unificación nacional casi absoluto, y casi único. Y si aún así hace ya bastante dejamos de actualizarla, si ni siquiera comentamos un solo partido del Mundial de Brasil, ni la final tampoco, fue –es- porque nos hartamos de estos pibes. De esta generación de superestrellas como nunca se vio, y sin embargo...
Messi, Mascherano, Higuaín, Agüero, Lavezzi, Di María, Tevez, hombres que literalmente valen mucho más que su propio peso en oro, jugadores del más alto nivel internacional, campeones de Europa y balones de oro, todos golden boys -“millonarios prematuros”, diría Bielza-, estrellas superestrellas, y sin embargo…
Otra copa América que no consiguen conseguir, otra final perdida, otro título que no fue. Otra vez sopa.
Exceptuando como confirmación de la regla el partido contra Paraguay, Argentina, igual que en Brasil, llegó a esta final con lo justo, cuando no por penales. El golcito mínimo, vital y móvil, y luego el carroussel de la nada, gira que te gira sin profundidad, más que esporádicas llegadas que se rematan mal. Caso Higuain ayer y en la final con Alemania, caso Palacios, caso Messi contra Alemania, y contra Colombia la semana pasada. Siempre algo falla, menos el golcito suficiente. Así se llega. Un 6 a 1 no hace verano.
Ayer, desde el vestuario perdedor, pronto se disparaban los twits que informaban una agarrada a golpes entre Mascherano y Banegas, que Messi tuvo que contener. Y después que Messi y Martino habían discutido. Y los rumores nuevos de la renuncia de Mascherano, y los rumores renovados de la renuncia del propio Messi. Y las preguntas, las dudas, las infidencias y las suposiciones. Los trapos sucios de la derrota.
¿Por qué Tevez no jugó más que unos minutos? ¿para qué lo llevó, entonces? ¿por qué, en cambio, se insiste con Higuaín, y con el esforzado Lavezzi, que sigue sin aportar más que eso, esfuerzo? ¿Y así que la bronca con Tevez es de Mascherano y no de Messi? ¿Entonces Mascherano manda más que Messi, y los dos más que Martino?...
Bah.
El Martiyo, sin tantas vueltas, prefiere mejor preguntarse: ¿es de verdad impensable una Selección sin Messi, habida cuenta de una ya extensa campaña sin pena ni gloria ni demasiados goles tampoco? (Cinco en tres mundiales, y uno solo -y de penal-, en esta Copa América).
Más que impensable su ausencia, nos preguntamos: ¿es imprescindible su presencia?...
Basta mirar su campaña en el Barcelona, para decir que sí. Basta mirar su campaña en la Selección para decir que no.
Es justo que Messi se haya ganado su titularidad en la Selección gracias a su fútbol en el Barcelona. Pero sería necesario que la mantenga por su fútbol en la Selección.
Hubo una vez –hace ya demasiado tiempo-, que la Selección Argentina se armó especialmente para un solo hombre. Pero ese hombre la llevó a dos finales del mundo, ganó una con autoridad, y la otra, ahora se sabe, se la robaron los machos de la FIFA, hoy presidiarios o prófugos.
Armar un equipo para un solo jugador, significa eso: que el equipo dependerá de ese jugador, que será el motor de su fútbol. Por eso ese jugador debe ser un hombre de temple, estable, y convencido de su cargo. En los 90 minutos durante los cuales debe conducir al equipo, no puede distraerse, no puede ausentarse, no importa si su familia debe abandonar la platea, o si sus padres discuten, o si vomita no sabe por qué. Mucho menos en una final.
Lionel Messi desapareció de las últimas dos finales, la mundial, y la continental. Se borró. Contra Alemania en el Maracaná se perdió un gol de esos que en el Barcelona hace con los ojos vendados, y ayer apareció un minuto antes del final, y eso fue todo. Metió su penal, claro. Bueno sería…
Si Messi no disfruta la Selección Argentina, si no consigue ser encendido por esa camiseta, ni aún con la banda de capitán, si otra vez está pensando en renunciar a lo que ningún argentino renunciaría –exceptuando al también extraño Fernando Redondo-, entonces quizá sea mejor para todos que lo piense bien.
Esto que puede parecer un disparate, deja de serlo a la luz de los hechos, y sobre todo, de los resultados. El universo de elogios mediáticos que envuelve a Messi como un manto imperial, no pesa, evidentemente, en la Selección Argentina.
Ayer se cumplieron 22 años sin títulos para la mentada mejor selección del mundo.
Y otra vez, ayer, el mejor jugador del mundo -y del último mundial- asistiendo al festejo ajeno con esa cara sin gesto que ya empieza a parecer el rostro argentino de la derrota.
Cualquiera quiere a Messi en su equipo.
Pero si juega.


* * *

sábado, 4 de julio de 2015

EUROPA EN GUERRA: AHORA MANDA GRECIA...



Con el crédito que nos da haber anticipado hace tanto y en detalle el presente que hoy anuncian como noticia los diarios, El Martiyo reflexiona sobre el momento actual de Grecia y la Europa franco-alemana, de pronto en sus manos. El domingo el pueblo griego decidirá si Europa continúa... o tal y como advertimos siempre: se termina otra vez.


ESCLAVO Y AMO 

OXI (oji): NO.





“Seamos libres, y lo demás no importa nada”.
José de San Martín.



Todo lo que ahora sucede en Grecia -y por lo tanto en Europa (o viceversa)-, no es noticia para El Martiyo, sino apenas la confirmación fáctica de antiguos anuncios que en un juego de imaginación presentamos oportunamente como visiones o profecías, pero que eran puro análisis. Periodismo de anticipación, técnicamente hablando. Un género asaz riesgoso, porque si luego los hechos no refrendan las palabras, el profeta, como si fuera fulminado, queda reducido a un charlatán. Pero no fue éste el caso.
Basta revisar nuestra sección Europa en Guerra para comprobar que avisamos hace muchos años la actual crisis a punto de empezar –porque hasta ahora nada más estiraron el prólogo como una agonía-; el inminente referéndum griego -que ya en noviembre de 2011 proponía Georgos Papandreu y que entonces El Martiyo saludaba con entusiasmo (ver Juegos de guerra)-; la evidencia ya innegable de la (des)Unión Europea, “esa patria grande cosida de apuro con países que nunca se quisieron, que siempre se pelearon”; la codicia de los grandes bancos que un día reemplazaron a los políticos europeos por exgerentes propios nunca del todo exs; y puntualmente advertimos la importancia de aquel principio de resistencia del pueblo griego cuando le gritaba su OXI (NO) a las políticas de ajuste ya el 1 de julio de 2011, frente al Parlamento en la plaza Sintagma, mientras adentro y a sus espaldas sus legítimos representantes decían que SI. (Simplemente No)
Todo lo anunciamos, paso a paso, en detalle. No somos adivinos, proyectamos sin pasiones, sin engaños, la Argentina de la convertibilidad sobre la Europa del euro, y la multiplicamos a escala continental, con el agravante insoslayable que recién hoy parecen considerar los grandes habladores de Europa: la temeraria renuncia de todos esos países a su soberanía monetaria. Todo lo anunciamos.
Con esas credenciales de anticipación, nos permitimos ahora estas reflexiones, cuyo valor profético, precisará la historia una vez más.
Por fin los griegos se encuentran, diría Borges, con su destino sudamericano. El estado de colonia, y/o, semicolonia, que ahora deberán enfrentar. Curiosamente, ellos –como los otros países de la zona del euro-, no fueron conquistados, o invadidos militarmente (aún), ni nada por el estilo, no hizo falta: solitos sin que los empujen, incluso alegremente, entregaron sus soberanías en nombre del sueño alocado de una integración continental, tan luego entre países siempre –o casi siempre- en guerra, y por lo tanto, plenos de resentimientos ancestrales, hoy evidentemente insolubles.
Baste como ejemplo la rápida oposición de los sometidos España y Portugal cuando Grecia pidió una quita para su deuda… ¿Alguien imagina a Venezuela y Brasil o Ecuador y Bolivia haciendo lo mismo cuando Argentina consiguió su quita? Ahí la unión europea, que sus difusores pretenden con mayúsculas.
Pero todo eso es pasado. Todo eso ya terminó. Grecia está a punto de estallar, y con ella, por simpatía, la eurozona.
La mitad de los griegos teme una posible la salida del euro, la otra mitad quiere salir. Grecia tiembla, se divide y resquebraja. Pero más tiembla el resto de la eurozona. Sus banqueros, sus bancos.
Grecia parece contra las cuerdas, obligada a elegir entre la silla eléctrica y la horca. Aceptar las imposiciones de la troika –la llamen como la llamen- supone entregar toda forma de independencia, además de los bienes y recursos del estado y sus ciudadanos, condenados entonces a incontables generaciones de pagar y pagar. Pero abandonar el euro es adentrarse en la niebla de un destino incierto. Ni el sueño de un romance con Putin, ni mucho menos con China, serán así nomás tolerados por sus socios de la OTAN. De arranque no será perdonado el mal ejemplo de Alexis Tsipras y su extraña nación, capaz de contagiar al resto de las colonias francoalemanas de la Europa Occidental. En síntesis, si dejan el euro, los griegos serán duramente castigados por sus soberanas ínfulas. Sin grandes recursos naturales, sin industria desarrollada ni siquiera en los días dorados del euro –porque dilapidaron la guita en fastuosas olimpíadas y otros delirios (que tampoco lo olviden)-; sin fuerza militar propia –porque los fierros son de la OTAN-; sin más ganadería que las cabras que a duras penas abastecen sus propias pascuas, ni más agricultura que la que les permite su estrecho territorio escarpado y su suelo volcánico; y abandonados del todo por sus socios convertidos de pronto en acreedores rabiosos, los griegos no la tienen fácil, no. Pero más difícil la tendrá entonces la Europa que hoy los somete.
De arranque, si Grecia sale del euro, el euro ya no será el euro. Y si la salida redunda en una recuperación de la economía helena –esto es: si apenas mitiga la negrura actual-, España, Italia, Portugal, Irlanda, y siguen las firmas, harán cola para rajarse. Y entonces antes o después Alemania y Francia quedarán solas de nuevo, cara a cara, repletas otra vez de mutuos reproches. De hecho, ya comenzaron.
Si Grecia sale del euro el sueño de la moneda única habrá reventado como la pompa política que en esencia es, y el resto será sólo inercia, la respiración artificial de los grandes especuladores con sus grandes medios de prensa, sus repetidores políticos y sociales, y el eco a su vez de sus voces... Pero sólo eso, retumbos e inercia de una bola de nieve que arrastrará en su caída muchos otros sueños. La unión continental, el estado de bienestar, la sociedad multicultural, la hermandad entre esas naciones, y por consiguiente, la paz entre ellas. Europa la tendrá bien más difícil.  
De momento, caen las bolsas, el mañana es incierto, y el euro sangra. Por ahora sólo gotea, pero si esa herida sigue abierta y se abre más...
Ahora todo lo que importa, para Alemania, es sacarse de encima a Tsipras y su bando de loquitos desubicados que no se toman en serio la tremenda ingeniería financiera diseñada durante tanto tiempo para esta emboscada final. El plan de los grandes bancos –los mismos que les enseñaron a los griegos a dibujar sus balances- era éste: prestar diez para cobrar cincuenta o quedarse con todo. Pero en esta hegeliana fenomenología del amo y el esclavo, de pronto la superviviencia de Alemania y de toda su Europa bancaria, quedó en manos del pueblo griego, que mañana decidirá la suerte de Europa y sus banqueros, si continúa, o se termina.
Si acepta la sumisión, o si será libre.
Lo demás no importa nada.



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viernes, 19 de junio de 2015

Clarín Y LA INTERNA DEL FpV: LOS DE AFUERA SON DE PALO…



Sin ideas ni proyectos concretos –o sí, pero inconfesables-, amenazados por sondeos que no dan como soñaban, y aterrados por el maquiavélico Durán Barba reconociendo a Cristina como “imbatible”, el coro de la oposición ahora se rasga las vestiduras por la interna oficialista como si fuera propia.
O peor: como si fuera ya la única que importa. 
O peor.


EL OJO EN LA PAJA AJENA

Héctor Magnetto: los ojos fijos, bien abiertos... (jijiji)




Es tal el desconcierto de la variopinta oposición, que hace pensar en el hincha imposible que putea a los contrarios porque les falta gol.
A coro, con paciencia rotativa, y frecuencia más o menos semanal, la oposición –Magnetto y sus replicantes- suelta un tema y prueba suerte… aunque ya no haya.
Así de a ratos es “el abuso de la cadena nacional”, ora el último show de Lanata, ora el nombre de las calles o los centros culturales (que dicho sea paso, ellos jamás levantan), y cositas así… Son, como se advierte, todos temas intrascendentes, que, como se sabe, no afectan la imagen del gobierno, ni mucho menos la de Cristina. Por eso, con esfuerzo y toda la orquesta de sus muchos habladores, esos hits duran una semana, muchas veces menos. A veces horas, a veces ni eso, como sucedió con las cuentas en el exterior a nombre de Nilda Garré y Máximo Kirchner.
Otras veces prueban con temas recurrentes o, más bien: reciclables. Como el caso Nisman, o el caso Ciccone-Boudou. Ejemplos ambos de temas perimidos, inocuos a los efectos que son usados. No desgastan la imagen presidencial. Está demostrado. No sirven.
El último domingo en La Nazión, Joaqu-Inmorales Solá, en su columna de análisis –aunque en realidad son puros augurios-, malgastaba su espacio resumiendo –repitiendo-, una de las críticas de la moda semanal: el férreo liderazgo de Cristina, interpretado –presentado, bah- como “sumisión”, “dedocracia”, “verticalismo autoritario”, y otras baratijas del repertorio.
La crítica en sí es insustancial, pero sobre todo, improcedente. Se trata de un caso típico de paja en el ojo ajeno… o peor.
La interna del Frente para la Victoria, es, como su nombre lo indica, una interna. Lo que haga o deje de hacer en “su” “interna” el FpV, no es asunto de los de afuera, que son, exactamente, de palo. Nadie obliga a Inmorales Solá -ni a nadie- a participar en dicha interna, ¿qué les importa cómo decide sus asuntos un partido al que no pertenecen ni votarán?... ¿O es entonces, acaso, ya, la única interna que sí importa?... Tal vez.
Las encuestas no alientan. Las elecciones en Santa Fé probaron en crudo que Macri no puede salir de la city que lo parió. Sergio Massa, incapaz de dar batalla, decidió dar lástima, y por allí se desdibuja. La Carrió ya no hace ni reír… ¿Apostar a Altamira? Todo asusta, todo desespera.
Los hermanos latinoamericanos, para colmo, tampoco alientan.
En declaraciones públicas el púgil colombiano Francisco de Narváez aterraba al aterrado Marcelo Bonelli con las terribles profecías del ecuatoriano Durán Barba: “Cristina es imbatible”, repetía el crédito de Bogotá. Bonelli quedó en silencio, y por unos segundos, su dicción resultó perfecta. Pero el eco de su desconcierto sonó como un abismo.
Sobre llovido, la sola mención de Carlos Zannini como posible vicepresidente de Scioli, los llevó al delirio inmediato.
A tal punto que Inmorales Solá saltó como payaso de lata en la edición del martes de La Nazión, fuera de programa –y de sí-, sacado, rabioso, bañando con su espesa espuma verde al hasta entonces apenas mencionado Carlos Zannini.
A juzgar por la urgencia de sus líneas, por la respiración entrecortada de su prosa furiosa, esa noche el tamborcito de Tacuarí del general Bussi, no había dormido.
Voz cantante de los cantadores de Magnetto, detrás se largaron sus discípulos y desde entonces, all together now, no hacen otra cosa que pegarle a Zannini por todos lados.  
O sea: de pronto preocupadísimos todos porque el FpV no eligió un candidato mejor.
O sea: puteando a los contrarios porque no ponen huevos.
O sea: el ojo fijo en la paja ajena.
O sea…



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miércoles, 17 de junio de 2015

LAS TAPITAS DE Clarín - Hoy: el bombardeo a Plaza de Mayo, y la Revolución Fusiladora…


LAS TAPITAS DE Clarín


Hace algún tiempo ya, Clarín agregó un “atractivo” a su deslucido portal, que nos atrajo a nosotros también, y por ello saludamos al mounstroso monopolio, no sin gratitud. Lo cortés no quita nada, suma.
Y lo saludamos con gratitud porque pese a que pretendieron restringir el recurso a un juego de autorreferencias personales titulando desde el vamos “Mirá la tapa del día que naciste”; El Martiyo advirtió allí, en cambio, una maravillosa posibilidad de revisar, día por día, la historia argentina de las últimas décadas, a partir de la confesión de parte uno de sus principales gestores: Clarín.
Y maravillados por la maravilla, decidimos consagrarle una sección que de alguna manera encierra el juego  “dime qué dijiste y te diré quién eres”, pero que en gratitud a tan generoso recurso, optamos por reconocer la marca que lo brinda, y le pusimos directamente: Las tapitas de Clarín. Que se hagan cargo.
Esperamos la disfruten, los entretenga, les recuerde, o los despierte. 


El 16 de junio de 1955, aviones aeronavales y de la Aeronáutica, ametrallan y bombardean la Playa de Mayo y la Casa Rosada, la CGT y aledaños, asesinando a más de 300 personas, y dejando más de 700 heridos. El gobierno democrático del general Juan Domingo Perón, comenzaba a caer. El 23 de setiembre la sedición comandada por el general Pedro Eugenio Aramburu y el almirante Isaac Francisco Rojas, daba su golpe de gracia en un golpe de estado travestido de Revolución Libertadora.
El jueguito de Clarín “Mirá la tapa del día que naciste”, no entrega la correspondiente al 17 de junio, día siguiente al bombardeo. Ya la del día 18, ni siquiera menciona el genocidio.
Tampoco hay tapa del 24 de setiembre, el día después del golpe de estado. Tal vez por la resaca de los festejos, porque ya la del día 25 saluda exultante el "nuevo orden", y hasta incluye un recuadro que avisa, recuerda y propone, o recomienda: “Hora de Colaboración”.
Como si estuvieran en Francia y vieran llegar a Hitler. Tal cual.



Clarín: 18/6/55
Clarín: 25/9/55


miércoles, 10 de junio de 2015

LAS TAPITAS DE Clarín - Hoy 11/6/56: Los fusilamientos de José León Suárez...



LAS TAPITAS DE Clarín


Alguna vez Clarín.com agregó un “atractivo” a su deslucido portal, que nos atrajo a nosotros también, y por eso saludamos al monopolio moribundo, no sin gratitud. Lo cortés no quita nada, suma.
Y lo saludamos con gratitud porque pese a que pretendieron restringir el recurso a un juego de autorreferencias personales, titulado desde el vamos “Mirá la tapa del día que naciste”; El Martiyo advirtió allí, en cambio, una maravillosa posibilidad de repasar, día por día, la historia argentina moderna a partir de la confesión de parte de uno de sus principales gestores: Clarín.




Un día como hoy, 10 de junio, hace 59 años, llegaba a las redacciones argentinas una de las noticias más tremendas de su historia: el gobierno de la autotitulada Revolución Libertadora –y que tan luego a partir de esa noche será recordada como la Fusiladota- decretaba la ley marcial. En la medianoche del 9 unidades del Ejército y comandos civiles se habían sublevado contra el gobierno de facto del general Pedro Aramburu. Acusados de sediciosos por los sediciosos, en la madrugada del 10 comienzan los fusilamientos y siete obreros son ejecutados en los basurales de José León Suárez. 
Al día siguiente, así reaccionaba el diario que hoy tanto llora la grieta y sus crispaciones.




11-6-56 (*)



(*) A juzgar por el diseño y el contenido, ésta no parece ser la tapa del diario de ese día. Sin embargo, es la que entrega Clarín en su simpática propuesta "Mirá la tapa del día que naciste". 

sábado, 30 de mayo de 2015

martes, 26 de mayo de 2015

CFK: EL SECRETO DE LAS MULTITUDES



Una multitud que todavía están contando desbordó ayer la plaza de Mayo en una demostración histórica de fiesta popular y liderazgo político. Al cabo de su segundo mandato –tercero del modelo que encarna-, CFK se retira con el pueblo a su lado y sin rivales; mientras la oposición, a minutos de las presidenciales, insiste en cuestionar el uso de la cadena nacional y los nombres de las grandes obras que jamás hicieron. Como quien abraza un fracaso, pero lo abraza con fuerza.

UN MÉDICO A LA DERECHA

Foto: Victor Bugge


Como quien cree volar y sólo cae al vacío, mientras la cuenta regresiva hacia las presidenciales de octubre no cesa y se agota, la oposición en su conjunto –periodistas, panelistas y políticos- sigue sin otra estrategia en pos del voto popular, más que atacar a Cristina y su gobierno. El resultado es público y notorio: la imagen de ambos –de Cristina y su gobierno- supera el 50 por ciento de aprobación, y ayer una multitud que no terminan de contar desbordó la Plaza de Mayo en una demostración histórica de liderazgo y conducción.
Siete años se cumplen ahora desde que la oligarquía terrateniente y sus socios eternos –los grandes medios, las grandes corporaciones, la banca extranjera y la consabida Embajada-, desataran su feroz campaña contra el gobierno, arrastrando en su momento millones de incautos, ignorantes, distraídos, o suicidas.
Desde entonces, parapetados en el conglomerado mediático más grande de Sudamérica, la estrategia fue una sola: pegarle y pegarle, al gobierno y a Cristina, por donde fuera y como fuera, sin reparar en gastos ni en verdades, sin piedad y sin ética.
Así, por primera vez en la historia de estos medios, un gobierno nacional no registraba un solo acierto. Todo estaba mal. Los mismos medios que supieron parir, justificar, encubrir, sostener y aplaudir un genocidio; o las bondades del menemismo cuando remataba la patria; o la obediencia de De la Rua al devolverle el poder a Cavallo; los mismos medios que supieron culpar a un abstracto (la crisis) por el asesinato policial de dos militantes (Kosteki y Santillán); ahora por fin se encontraban sí con un gobierno perfectamente malo. Absolutamente ruin.
Y le dieron y le dieron, duro con un palo y duro. Si el país crecía, era “viento de cola”, si por fin se investigaba la apropiación irregular y sangrienta de Papel prensa, era “un ataque al periodismo independiente”. Si éramos soberanos en política exterior, “nos aislábamos del mundo”. En vida de Néstor, ella era apenas una marioneta incapaz y estúpida; muerto Néstor, se convirtió en algo más genial y maléfico que el mismísimo Lucifer. La verdad no importaba más.
Por ese camino, dispuestos a todo, no sólo mintieron, también traicionaron los intereses nacionales. Mientras fugaban dinero a través del HSBC o el JP Morgan (según lo descubierto hasta ahora, quizás haya más); celebraron miserables el embargo de la Fragata Libertad en Ganha, se plegaron sin pudores al reclamo de los fondos buitres, y tal como reveló Wikileaks, desfilaban por la Embajada norteamericana mendigando castigos arrodillados a la altura de las braguetas de Washington. Por fin, desesperados, le tiraron con el cadáver de un fiscal inútil.
Siete años después de tanto y tanto, al cabo de su segundo mandato –tercero del modelo que encarna-, la plaza desborda, y la victoria es clara. Borges diría: “vencen los bárbaros, los gauchos vencen”.
Ni Boudou, ni Nisman, ni Louis Vutton ni Paul Singer sirvieron de nada… ¿Pero cómo?... ¿Por qué?...
Desorientados por el tremendo fracaso, abombados por la derrota, enloquecidos por el odio, no pueden entender lo que nunca vivieron: la certeza de saberse representado por un líder escogido. Como sucedió con Juan Perón, o Eva Duarte, o Néstor Kirchner, o el primer Irigoyen.
Cuando las mayorías posicionan un líder, reconocen un conductor, y saben en quién se confían. Se sienten de verdad representados, y lo defienden. Escuchan lo que les dice, no lo oyen como quien oye llover. Le creen. Lo siguen.
El sencillo secreto de esos líderes es representar a sus representados. Defender sus intereses, protegerlos, y beneficiarlos. Si el líder cumple con esas pautas más allá de las embestidas de los poderosos de siempre, el pacto se vuelve sagrado y el amor eterno.
Los que traicionan, los que mienten, los que se creen mejores sin salir del agravio y el chimento, los que usan las grandes palabras y las grandes causas para esconder sus grandes miserias, los que prometen de todo porque ya saben que no cumplirán con nada, nunca podrán entenderlo, porque nunca podrán vivirlo.
Cristina es otra cosa. Compendio y apoteosis de la inteligencia de Perón, el coraje y la sensibilidad de Evita, el renacer de Néstor y el carisma de todos ellos; concluye su hora triunfal, con el pueblo a su lado, y sin rivales.
La oposición, en tanto –sus periodistas, sus panelistas y políticos-, insiste obsesionada con el uso de la cadena nacional, o el nombre que le ponen a las grandes obras que ellos jamás hicieron. Todo les avisa que nada de eso les dará el triunfo en octubre, pero sencillamente, no se les ocurre otra cosa. Sin ideas propias, ajenas las mayorías, de alguna manera, así se dan por vencidos: abrazados al fracaso, unidos por el espanto. La plaza de ayer les resultó demasiado. 


lunes, 25 de mayo de 2015

BERGOGLIO Y VERBITSKY: EL PERRO DEL PAPA

El domingo en Página 12 Horacio Verbitsky volvió a embestir contra el papa Francisco a raíz de la beatificación del obispo de San Salvador Oscar Romero, asesinado en 1980 por los escuadrones de la muerte de la dictadura de su país.
Lo que a simple vista el mundo consideró un nuevo gesto del nuevo papa en reconocimiento de la justicia social y las grandes causas Latinoamericanas, Verbitsky, a golpes de pura información, lo reduce a otra pirueta del cura Bergoglio por limpiar las sombras de su propio pasado… 
¿Pero cómo contestarle a un perro incontestable?



MUERDEN, PANCHO






“Siempre a su dueño fiel, aunque importuno”
Miguel Hernández.


Otra vez -y van- Horacio Vertbisky hizo un desastre en el Vaticano.  Compatriota del papa, congénere y compañero –los dos son peronistas-, como cuña del mismo palo, no le da tregua ni respiro. Perro que no lo deja ni se calla, conforme Francisco se hace el bueno, él más y más le ladra, pero también lo muerde.
El domingo en Página 12 informó sobre la beatificación del arzobispo Oscar Romero, revisó las circunstancias de su final y su asesinato, y con documentos, fechas, nombres y detalles  -enumerada información por información la fuente correspondiente-, en una clase práctica magistral de lo que debe ser una nota periodística, desenmascaró en este nuevo gesto de Francisco, el viejo rostro de Jorge Bergoglio.
Aquí no vamos a reproducir la nota, ni siquiera vamos a resumirla. Está en la edición de Página 12 del domingo 24 de mayo de 2015. Es fácil de encontrar.
Aquí reparamos apenas en el hecho, por la fuerza de su rareza.
Por primera vez en la historia de la Santa Iglesia Católica, en sus dos mil y pico de años ya, un periodista, un tipo solo, le muerde los tobillos, y no la suelta. (Ver Don Francisco y el perro I y II)
Más aún: en plena y decidida campaña vaticana por limpiar la imagen de una institución cuya podredumbre acumuló gases como para eyectar de su trono vitalicio a un sumo pontífice; ese periodista, ese tipo solo, se las arregla cada tanto para envolver dicha campaña en polvo y espanto.
El alcance de fuego que puedan tener los artículos de ese periodista, es cada vez más incierto. Hace rato su fama trasciende las fronteras argentinas. Autor de libros de consulta, referente internacional de los derechos humanos, presidente del CELS, y reconocido experto en la historia de la iglesia católica argentina –cuyas relaciones con el poder económico y político desglosó en cuatro tomos que agradecen los historiadores-; una trayectoria a cada minuto más extensa, y las casi inhallables desmentidas a las que se vio obligado en tantos años de oficio; le dan en su conjunto un alcance de fuego sin duda cada vez más poderoso.
Porque no es menos sintomático que este pequeño David haya elegido atacar otra vez a su gigante preferido tan luego en la misma semana, o mejor dicho: para cerrar la semana, en la que él a su vez fue atacado por un David todavía más chiquitito.
Gabriel Levinas, socio de Lanata –o sea-, amenazó desde los medios de Magneto con un libro que eventualmente sacaría y que -siempre en los tiempos de Clarín- eventualmente demostraría que Verbitsky habría colaborado con la dictadura. Más y peor: que era el autor de los discursos del entonces comando de la Fuerza Aérea.
La acusación es vieja, y en apariencia reciclable, porque sale a la luz cada tanto, y cada vez entonces Verbitsky pela los mismos documentos, testimonios y otras pruebas, para devolverla al silencio hasta la próxima vez. Este domingo, en la misma edición de Pagina 12, con la excusa de reivindicar la figura del comodoro Güiraldes -y sin firma-, agrega unos cuantos testimonios destacados que reducen a Levinas aún más de lo estaba.
Este blog desconoce el pasado real de Horacio Vertbitsky, pero lo reconoce como el mejor periodista gráfico del país. El mote de incontestable que aquí habitualmente le otorgamos, es consecuencia de su trabajo y de los hechos, no palabrerío.
Porque aún si Verbitsky tuviese el ropero lleno de muertos, ninguno de ellos podría desmentir las responsabilidades documentadas de monseñor Quarracino en el final del arzobispo Romero, o en el ascenso de Jorge Bergoglio con la bendición de Juan Pablo II, y después de “rescatarlo del exilio interior al que lo había condenado la Compañía de Jesús por oponerse a la teología de la liberación”.
Porque lo que vuelve incontestable a Vertbisky, no es lo que dicen de él, sino lo que él dice.

  


lunes, 11 de mayo de 2015

CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: UNA DE TERROR...

Mientras el borroso Ricardo Lorenzetti deja girones de prestigio en cada giro y contragiro de sus marchas y contramarchas, el fantasma del juez Carlos Fayt nos asusta con aparecerse de pronto, cuando una niebla espesa desciende desde los medios del miedo y lo cubre –o lo encubre- todo.


OBRAS SUPREMAS DEL TERROR





Hay que ser muy argentino para entender la Argentina. El lector extranjero queda muy lejos.  
El primero de marzo en el Congreso de la Nación, frente a los otros dos poderes del Estado, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, en nombre de la misma, y con un rápido gesto, dejó bien en claro porqué ya nadie cree en ella –en la Justicia-, y mucho menos en ellos, sus representantes.
Ese día, allí, cuando la presidenta reclamó el esclarecimiento del atentado a la embajada de Israel –causa que lleva la Corte Suprema-, Ricardo Lorenzetti, su presidente, se encogió de hombros, para luego subtitular, con sus propias palabras, y muy suelto de cuerpo, que eso ya era “cosa juzgada”.
Apenas al día siguiente, era desmentido por su propia oficina, pero a través de un comunicado. Él no dio la cara, ni se encogió de hombros. O tal vez sí.
Pomposo y espectacular, pocos días después iniciaba inusual sus propias sesiones, con derecho a invitados muy escogidos, discurso imperial, y hasta video en colores. Un extraño video que refería la inseguridad general –desde el punto de vista de quien es ajeno al tema-, pero cerraba de golpe con el rostro del muerto Alberto Nisman… Diría cualquiera: ¿oia?...  ¿Qué fue eso, Ricardo?... ¿Entonces Nisman fue víctima de la inseguridad general, así, medio en abstracto?... ¿Pero no son ustedes, la Justicia, quienes aún están investigando su muerte?... ¿O vos ya sabés que lo mataron, y quién? ¡Decílo, Ricardo, decílo!...
Mientras la oposición en paralelo rechazaba cualquier propuesta de cubrir la vacante dejada por Raúl Zaffaroni –porque a falta de ideas propias, bueno es destruir las ajenas-, el doctor Ricardo Lorenzetti, ni lerdo ni perezoso, anticipó en casi un año su propia recontrarreelección a partir del 2016, en una clara, atlética y contundente demostración de que la Justicia no siempre es lenta.
Pero algo falló: se enteró Verbitsky.
La recontrarreelección fue pública, sí, pero sus pormenores no trascendieron hasta que el domingo 3 de mayo los denunció el mencionado Perro en Página 12. Es entonces cuando aparece, espectral, el centenario juez Carlos Fayt.
Y aquí vale una digresión.
La edad no tiene nada que ver, y sí. Ya nos gustaría tener a Maradona todavía en las canchas, pero no es posible. Y cualquier lector que supere los 30 años de edad, sabe que la máquina se desgasta. El doctor Carlos Fayt puede estar muy bien para un hombre de 97 años. Pero quizás el cargo no es para un hombre de 97 años, tal como lo demostró sin ir más lejos el propio festival de irregularidades que fue esta recontraelección expres del ya vitalicio Lorenzetti.
Según Verbitsky, pese a que el documento que lo encumbraba decía –y dice- “reunidos en la sala del tribunal todos sus mienbros”, la verdad fue que Carlos Fayt no había estado allí, dos de sus secretarios le llevaron el papel a su domicilio, y a uno de ellos no lo reconoció, afirma Verbitsky, y hasta ahora no fue desmentido por nadie.
Lorenzetti tampoco negó esos hechos, muy por el contrario: otra vez pomposo, pero ya más mediático, renunció por “cansancio moral” en una carta dirigida a Verbitsky.
Sí, estimado lector extranjero: el presidente de la Corte Suprema de Justicia, renuncia a su cargo y le avisa primero a un periodista, por carta.  
Aunque igual no se fue.
Bailando por un sueño, Lorenzetti dio vueltas y vueltas mientras los tres colegas que le quedan -acaso hartos de todo-, le pedían por favor que se quede, que sin él no serían nada. Y entonces Lorenzetti, de buen pibe, de gauchito que es, agarró y se quedó. Porque además la hija de Fayt y su abogado, dicen que Fayt está vivo, y que un día se nos va a aparecer.
Incluso se nos concedió oír su voz grabada, lejana… como desde el más allá, sí.
Así funciona hoy la Corte Suprema de Justicia de la República Argentina.
Pero hay algo más, lector extranjero: a esta obra maestra del terror -plena de oscuridades y fantasmas-, los medios del miedo pretenden presentarla como una embestida del gobierno contra la independencia de la justicia.
Y aunque usted no lo crea, lector extranjero, hay gente que todavía les cree.
Eso es aún más raro que un juez que se va pero se queda, y otro que no vemos pero existe.
Brrrr.


jueves, 23 de abril de 2015

Destellos Ajenos - hoy: Tahar Djaout...






Destellos ajenos:

“El silencio es muerte.

Y tú si callas mueres.

Y tú si hablas mueres.

Entonces habla y muere”.



Tahar Djaout

viernes, 17 de abril de 2015

sábado, 11 de abril de 2015

CLARÍN, O EL DRAMA DE LA COMICIDAD


Perdido por perdido, despacio como aturdido, de manera impensada y sin embargo muy decidida, Clarín fue cambiando de género y degeneró del drama a la comedia, y de la comedia a la comicidad. Así lo que antes daba bronca, ahora da risa y cada vez más risa. 
Cuando el humor gráfico argentino parecía extinto, el extinto monopolio se inmola entre carcajadas.


LA RISA DE NO SER





“Uno de mi calle me ha dicho que dice 
conocer un tipo que un día…”
J. M. Serrat


Quizá todo comenzó en aquel octubre huracanado de 2011, cuando la victoria aplastante de Cristina pulverizaba la feroz ofensiva iniciada por Clarín desde la crisis de los grandes terratenientes tres años antes. Esa fue, acaso, la primera gran carcajada.
Tres años de mentiras y de agravios, de campañas miserables con desfile de traidores. TN, Canal 13, Radio Mitre, diario Clarín, Nelson Castro, Inmorales Solá, Van der Koy, Fernandito Bravo más bravo que nunca, Lanata inflado hasta reventar, todos los medios todos, todos sus empleados todos, tres años con sus días y sus noches, y Cristina que contra viento y marea se alzaba con ese 55 por ciento que todavía les duele. La risa entonces duró días, semanas, meses…
La bronca volvió de a poco. La bronca que da sobre todo sentirse subestimado como lector, como persona adulta, por las campañas baratas y demasiado evidentes, por las mentiras grandes pero las desmentidas chiquititas; por la entrega, por la traición, por la indisimulable alegría que les produjo el secuestro de la Fragata Libertad en Ganha; por la ilusión que les inspira cada nuevo zarpazo de la diplomacia británica en las Malvinas; por todas las corridas cambiarias que desataban con sus tapas contra la economía de todos nosotros, por la gran esperanza que les supone todavía Paul Singer y sus fondos buitres… por la imperdonable indiferencia de llevarse puesto el país si con eso la dañan a Cristina… daban bronca, además de asco, y sed de justicia por Papel Prensa, por la nunca bien contada historia de los hijos adoptivos de Ernestina (y de Magnetto); por las maniobras con las AFJP, por el lavado de guita denunciado por el vicepresidente del JP Morgan, por el genocidio entero que encubrieron y aplaudieron… cada día más rabia daban, claro.
Pero antes del quebrantamiento es la soberbia, está en la Biblia.
Enceguecidos por la impotencia, llevados por el canto de sirenas de su propia desesperación, dispuestos a probarlo todo, despacio pero efectivamente, se perdieron por los caminos de una comicidad involuntaria que, como tal, no hace reír, sino que da risa y por eso es fatal.
En los hitos de esa historia acaso haya que registrar, fundacional, la pretensión desde ya desopilante de presentar a Lilita Carrió como “uno de los referentes políticos más serios de la Argentina” (Joaqu-Inmorales Solá, dixit). Pero tan serio referente apenas rascaría el uno por ciento de los votos en aquellas mismas elecciones de 2011. Una risa, sí. Luego repitieron tanto el chiste, que ya no causa gracia, y por ahí se deshilacha Lilita sin que le quede más nadie a quién denunciar al pedo…
Pero los chistes continuaron, la danza de los potenciales permitía todos los augurios, todas las sospechas, cualquier humorada, ya no hacían falta investigaciones ni pruebas, un rumor más o menos bien envuelto de “altas fuentes confiables” y rociado con muchos “allegados a” y todo por supuesto “hiperchequeado”, terminó por enloquecerlos, y en su espiral de odios, de miedos y mentiras, acabaron por morderse la cola ellos mismos desatando allí sí las carcajadas del público en general…
La metamorfosis no fue fácil. Por demasiado tiempo no dejaban en claro si hablaban en serio, o era todo joda. Las humoradas entrelazadas con las alarmas de un inminente Apocalipsis que sigue sin llegar (a no ser que gane Macri), desconcertaron al lector, que no sabía, ya, si reírse, llorar, o tirar el diario a la basura. El grueso del público se decidió por la tercera opción, y por eso hoy venden menos que en 1963, cuando el país no tenía ni la mitad de la población actual.
Cuando el agua alcanzó la cubierta, Magnetto, evidentemente, ordenó definir el perfil, y entonces sí por fin se lanzaron de lleno a un humor onda Búster Keaton: gesto inmutable, sustancia hilarante.
De allí, quizá, la idea de presentar al fiscal Alberto Nisman como un santo de la espada, mártir de su propia valentía, que así pagaba con su muerte el heroísmo de su misión... cuando en realidad se trataba de un botarate acomodado, un abogado inoperante que en diez años de investigar la causa AMIA, derrochó el mayor presupuesto de la Justicia y lo único que descubrió es que le gustaban de alma los ratones, los gatos y las trampas. Esa fue una risa triste, porque ellos son tristes, pero igual fue una risa, cómo no.
Pensemos hoy en el 18F, la marcha, los paraguas y el silencio, la lluvia, los fiscales y la oposición, y todo por Isidoro Cañones que se nos fue sin saludar…
A la par iban las disparatadas teorías que a diario pretendían resolver el misterio del baño cerrado, con teorías aún más disparatadas sobre conexiones terroristas que en menos de tres párrafos establecían entre Venezuela, Cuba, Irán, la antigua Checoseslovaquia, Júpiter, González Catán, y desde luego Al Qaeda, total es gratis. Eso también fue muy gracioso, nobleza obliga.
Ya en cambio la denuncia de la semana pasada contra Máximo Kirchner -que hasta La Nazión desmentía en simultáneo-, eso, bueno, ja… eso nos hizo pasar momentos que sólo Los Tres Chiflados en la plenitud de la infancia y después de un buen vaso de vino y soda.
A sólo 24 horas de anunciada la denuncia con título catástrofe, ya ni un recuadro la recordaba. Jajajaja, sí… y para mejor muchos de sus creyentes todavía la repetía, cuando ellos ya ni mu, jajaja, sí, cómo no: jajajajaja… y encima obligaron a Máximo a salir de su silencio y lo instalaron como candidato a nivel nacional, jajajaja… como quien se perfora los dos pies con el mismo tiro, jajajaja… una risa que da risa, claro que sí… (ver Con enemigos así…).
O ahora, esta semana, la carta abierta de Alfredo Leuco al Papa reclamándole que no reciba otra vez a Cristina, jojorojojó… qué demasiado… claro que al grito de “una carta abierta no se le niega nadie”, Leuco bien podría iniciar una serie y cartearse ya que está con el Dalai Lama y con Putin, con Mick Jagger y con Messí, total… jajajaja…
El diablo está en los detalles. Al pasar estos días por facebook captamos ese titular que aquí encabeza este post: “La hermana de un amigo de Echegaray…” Debajo todos los comentarios festejaban el chiste. Y claro. Para no reírse de eso, hay que ser por lo menos Héctor Magnetto.
Porque ahí sí la tristeza, la verdadera tragedia. Lo fatal. Lo irreparable.
Cuando un diario que se pretendía serio llega a dar risa sin quererlo, todo ha terminado. Todo. La credibilidad, el prestigio, la penetración en la opinión pública, su verdadero poder… ya todo es pólvora mojada. Todo.
Si sos Magnetto, ¿de qué vas a reírte?...
Porque eso sí que no se resuelve con cautelares, ni te lo arregla Lanata por más gracioso que se crea. Ja.
Qué risa.