////// Año XVIº /// Editor Anónimo: Daniel Ares /// "Prefiero ser martillo que yunque", Julio Popper ///

domingo, 21 de agosto de 2011

LA DEMOCRACIA NO IMPORTA: ¡SALVEN AL CONGRESO!





De a poco Magnetto reconstruye la oposición con los escombros de las primarias. A  falta de ideologías, principios o propuestas innecesarias; prefiere mejor un eslogan que sus futuros candidatos –del partido que fueren- repetirán hasta octubre sin parar. 
Ahora es el Congreso lo que está en peligro, porque la gente vota.


MALDITA DEMOCRACIA





“De persistir la tendencia del domingo, estaríamos ante un grave peligro institucional por un desequilibrio de poderes en la Argentina",
Con esta amenaza, el borroso Ernesto Sanz, en su calidad de presidente de la borroneada Unión Civica Radical, presentó en conferencia de prensa, ante la indiferencia popular, el nuevo tema que hasta octubre cantará sin parar la oposición, y cuya letra y música, claro, pertenece a Héctor Magnetto, ya mucho más que el CEO de Clarín, o un simple compositor moderno.
Desde que el mismísimo Alberto Rodríguez Saà le endosara entera la derrota –colocando en su lugar de reparto a todos los políticos que lo acompañaron-, ya no hace falta ningún Guillermo Moreno ni oficialistas que lo distingan: Magnetto encarna y sintetiza al enemigo de la patria, no ya del gobierno. Tampoco nos referimos a la persona de Héctor Magnetto, sino al símbolo que su persona ha conseguido ser, o sea...
Hoy en Página 12 nos cuenta el incontestable Horacio Verbitsky que el domingo pasado, cuando el aluvión zoológico parecía ya irreversible ante los primeros resultados, Ricardo Kirchbaum –Vertbisky no lo nombra, pero nosotros sí-, incrédulo, desesperado, le pidió a todos sus coroneles que rastrearan algún indicio de fraude: “busquen datos buenos, porque esto no puede ser”. Pero los datos buenos fueron más malos todavía, y lo que no podía ser, fue.
Fue, y hoy nos confirma a su vez Vertbisky lo que ya anunciara El Martiyo apenas el día despuès en su post Arlequines vencidos: lo que no podía ser fue, y allí nomás entonces, Magnetto, arrasado, rabioso, ordenaba la ejecución de los moribundos líderes de la oposición que le habían servido, pero al final no.
Entonces vinieron días de dolor y desazón. ¿Qué pasó aquí? ¿Qué hacemos ahora? ¿Cómo retener en adelante nuestros bienes malhabidos?, se preguntaba nervioso Magnetto, mientras a su alrededor temblaban sus generales.
Una edición tras otra, después del domingo y su cataclismo, Clarín y La Nación tartamudearon razones irracionales para explicar lo inexplicable, entre palo y palo a la oposición inútil, y la imperiosa necesidad de sobrevivir aun así. Nuestra serie Vestigios de la derrota intenta la crónica urgente de ese difícil después.
Luego, de a poco, Magnetto comenzó a reaccionar, y con los restos maltrechos de sus mejores mentiras, nos demuestra la fuerza que puede inspirar la desesperación, y vuelve a la carga. Sin demasiados hombres ya, ni mucho menos eco, es cierto, sí; pero desesperado, completamente desesperado…
Fiel a su estilo gótico –no por los resultados que obtiene, sino porque se ve que no conoce otro-, de nuevo quiere asustarnos, y aunque ya no está en peligro el país entero, (como hasta el último sábado) porque hasta Biolcati reconoce que anda bien; sí lo está, en cambio, y mucho, ¡el Honorable Congreso de la Nación!.
Brrrr.
Pareciera ser que si seguimos votando así, como se nos da la gana, el Congreso podría dejar de representarnos. Ojo.
Sería bueno que la población tome conciencia de este riesgo, y no vote como piensa y quiere, sino que mejor espere un poquito que ya Magnetto y sus muchachos nos van a organizar a todos.
Aún no está claro cómo será instrumentada tamaña iniciativa, de qué forma práctica, es decir, se encaminaría el voto popular para que así se equiparen las fuerzas y no vuelva a repetirse un desastre como el del domingo. Por lo que se estima ya que algunos sí podríamos votar al oficialismo, y otros no, con lo cual, en tal caso, sería mejor aclarar antes a quién va a votar cada uno, para que entonces Clarín pueda informarnos por quién nos toca votar en realidad.
Es posible que esto amerite una pequeña enmienda constitucional, pero nada que no se pueda conseguir con tres o cuatro buenas tapas, y María Laura Santillán a los gritos todo el día…
El país y la democracia no importan, y el pueblo mucho menos: ahora lo que hay que salvar es el congreso.
Si bien se piensa, sería un riesgo tremendo que la gente votara otra vez como en las primarias, o peor, que más gente aún optase por el crecimiento y no por Duhalde o Magnetto, y que de pronto en el congreso más y más diputados estuviesen de acuerdo en hacer crecer el país, en vez de hacer crecer a Clarín.
Ante dicha desastrosa alternativa, ya en breve, seremos todos informados, según el número de documento -o algo así-, a quién debemos votar, para así todos juntos salvar al Congreso de nosotros mismos. No sea que por fin nos represente.
Suerte Magnetto, suerte radicales… la patria no olvidará jamás lo que hacen por su pueblo.
Jamás.
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sábado, 20 de agosto de 2011

LAS CHICAS DEL MARTIYO... cuando dos son mucho más que dos...

“Las Chicas”

Estas chicas son dos pero parecen más, no?...

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LOS 7 PECADOS EN 7 FOTOS Y UN SOLO CLIC...

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* LOS 7 PECADOS EN 7 FOTOS *


Aquí en un sólo clic toda la serie de esta sección gráfica y finita inspirada en ese poético invento católico de los 7 pecados capitales, que tantas ficciones, dramas y comedias, conflictos y prejuicios han inspirado a su vez, sin que se les conozca ningúna otra razón más o menos positiva...
Aquí entonces, para ver, reflexionar, cortar o pegotear, los 7 pecados en 7 fotos y un solo -y valiente- clic...
(Pecar sería huir)

viernes, 19 de agosto de 2011

HUGO BIOLCATI SE HABRÍA COLGADO DE SU PROPIA LENGUA.


Traicionado por su pueblo, desobedecido por sus peones que van y votan cualquier cosa, harto de todos nosotros, Hugo Biolcati –cuya visión de la Argentina revelaba ya agudos problemas mentales-, decidió autoleliminarse de la vida pública, no sin antes decirnos por fin una verdad: somos todos una mierda.

EL PATRÓN DE LA PATRIA



 
 "Me gusta cuando callas".
 Pablo Neruda

El odio, por naturaleza, no es manso. Puede contenerse, incluso, durante un largo tiempo… pero al final estalla, y cuanto más se lo contuvo, con mayor fuerza revienta.
Hugo Biolcati, patrón de la patria, terrateniente general, presidente de la golpista Sociedad Rural, hombre acostumbrado a no consultar con nadie lo que se debe hacer, se dejó de joder con tantas delicadezas al pedo, carajo, y nos dijo de una vez por todas lo que de verdad pensaba de nosotros, manga de imbéciles todos, usted, y yo.
Y aún si lo hubiesen votado a él o a uno de sus ocasionales peones políticos, igual seríamos unos imbéciles, usted y yo. Porque ahora Biolcati, dispuesto a inmolarse total ya qué importa la vida, nos confiesa además que había mentido; no una vez sino varias, cada vez que se le dio la gana. Porque la gente es idiota. Usted y yo. Todos menos él.
Cómo no estar nervioso, furioso, rabioso, así. Qué lo parió.
Negros de mierda. Usted y yo.
Que votamos cualquier cosa, por la cuota del plasma, o las mentiras que nos dice cualquiera, él, u otro, que más da, si igual somos idiotas.
Así nomás se quitó la vida pública este macho de los de antes, cuando bastaba un telefonazo al Comando en Jefe para poner la casa en orden, qué mierda...
El trágico episodio tuvo lugar antes de ayer, según nos informan los medios, en el marco de los desayunos de trabajo organizados por la Asociación de Dirigentes de Empresa, al cual Biolcati, esta vez, asistía como invitado principal. Qué triste, no?.
Allí entonces, desolado como estaba despuès de comprender que el pueblo no lo seguía, ahí nomás delante de todos tomó su propia lengua, se envolvió el cuello con ella, la enganchó a lo alto de su elevada ignorancia, y saltó sin más.
No aguantó.
Digno y rudo estanciero criado entre gauchos obedientes y la bosta de los peones, no soportó la tremenda derrota, no quiso vernos más, y allí prendió el ventilador, metió la cabeza, y licuó mierda para todas partes.
Con su voz de resaca, el pecho inflamado -el hígado aparentemente también- y los ojos rojos -andá a saber por qué-, así nomás les dijo a los presentes, a los ausentes, a los referentes de la oposición, pero sobre todo a todos esos ciudadanos que inspirados por Clarín lo habían acompañado a cortar rutas en el lock-out del 2008, que ninguno de todos servíamos para nada. Ninguno.
Usted y yo tampoco. Que somos como monos, pero con un televisor en vez de una banana.
“A la gente en el interior no le va mal. Mira el programa de Tinelli y si puede pagar el plasma, no le importa más nada”.
Dijo –nos dijo- y saltó.
Chau.
Se cagó en todos, y ya está.
No le dio más el corazón, ni mucho menos la cara.
Sólo la soga de su lengua le alcanzó al final.
Qué risa, sí.




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FOLLETÍN HISTÓRICO: WATERLOO: CAPÍTULO TRES

El Martiyo Plus Presenta...



WATERLOO
-crónica de los 3 días que cambiaron el mundo-

Capítulo III

Las pequeñas piezas de la derrota



Por Daniel Ares



"Waterloo fue algo más que una batalla,
fue un cambio de frente del universo".
Víctor Hugo, Los miserables.


Un hombre que sólo quiere escribir igual debe ganarse la vida, y en tanto no alcance la fortuna con sus propias obras, no siempre escribirá sus propias obras. Por lo general, más bien, el escritor que no conmueve las librerías, por mucho que sí conmueva a sus selectos lectores, se ganará la vida, si no quiere dejar de escribir, escribiendo muchas cosas que no quiere escribir.
En mi caso la lista se pierde en el horizonte de la memoria. Recuerdo haber escrito libros –ya no hablamos de breves y rápidos artículos, sino de ¡libros!- sobre temas que no sólo desconocía por completo, sino sobre los cuales no tendría tiempo de aprender nada, cuando ya el libro estaba en la calle.
El seudónimo es un gran invento: no sólo encubre al escritor desesperado, sino que le permite al editor sacarle jugo a las baldosas, ya que en cada escritor, tiene infinitos escritores. Tantos, quizás, como acreedores tenga dicho escritor.
Sin embargo a veces, muy raras veces, el tema de la encomienda me era grato y por lo tanto conocido, y profundizar en él, y narrarlo, constituían un placer triple, porque a esos dos, se agregaba el dinero.
“Waterloo –crónica de los 3 días que cambiaron el mundo”, es uno de esos trabajos por dinero que lleva ese plus de lo que se hace además por placer.
Tal y como sostiene el subtítulo, no es un ensayo, ni una ficción, ni un análisis político o militar de la contienda, sino apenas la crónica periodística de los tres días de la batalla más famosa y más desconocida de la historia.
Hasta donde sé, este texto luego fue publicado en forma de libro por la editorial Planeta. Nunca lo vi.
Ahora, en versión virtual, ilustrada y corregida por su propio autor (y sin permiso de nadie, proque para eso es su autor), El Martiyo Plus presenta esta historia por entregas como en los días de gloria del folletín decimonónico, pero con los soportes propios del siglo XXI.
Y aquí El Martiyo, por su parte, recomienda su lectura.
En Waterloo acaba la inmensa jornada que fue para el mundo Napoleón Bonaparte, y nace la Europa moderna cuyo epílogo es la actualidad.
Por eso abre esa frase de Víctor Hugo: “Waterloo fue algo más que una batalla, fue un cambio de frente del Universo”.
Hoy el capítulo tres, "Las pequeñas piezas de la derrota", el 16 de junio, el día 98...





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LOS CHISTES DE BORGES... ¡y Bioy!....

Los chistes de Borges



Cuando le preguntan a María Kodama qué es lo que más extraña de Borges, ella no duda en responder: “su sentido del humor”. Uno de los hombres más divertidos de la historia del hombre, sin embargo, decidió pasearse por su siglo disfrazado de viejo aburrido, sin romances rimbombantes ni escándalos de vodeville, con su traje siempre gris, su bastón y su ceguera, su hablar lerdo y trabado, y su genio camuflado de sabio que no sabe. No es arbitrario pensar que esa sola caracterización, única y total, fuera su más secreta y grande broma.





Borges y Bioy comen en casa de Borges. Bioy, en un momento, trata de morder un turrón, y dice.
-- Es un alimento para longevos. Acaso Matusalén podía concluir uno. Mi padre decía que para comer turrón, se precisan dos filas de dientes.
Borges apunta.
-- Y después quedás con dos filas de encías.

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jueves, 18 de agosto de 2011

VESTIGIOS DE LA DERROTA (III): LOS CLARINES DEL SILENCIO.



Insistimos con esta serie porque entre las cosas que el huracán Cristina se llevó, el último domingo, no encontramos, en Clarín, por ejemplo, muchos de los grandes temas por los cuales hasta la semana pasada se rasgaban las vestiduras Magnetto y sus magnettos.  Terminados por la derrota, ahora para entender lo que dicen hay que leer lo que se callan. (Ssshhh)…

LOS CLARINES DEL SILENCIO




Suele ocurrir, luego de catástrofes como las que el domingo sufrió la oposición (Clarín), que el inventario de los destrozos no se termine así nomás…
Entre las cosas que ya no están (tipo Carrió, Cobos, Bullrich, etc), nos encontramos con que ya no encontramos, en nuestros principales diarios -Clarín, por ejemplo-, algunos de los temas por los cuáles hasta el sábado apenas se rasgaban las vestiduras Magnetto y su Sanedrí.
De pronto la mejor manera de leer Clarín, ahora, es subrayando lo que no escriben.
¿Qué pasó, por ejemplo, con el niño Shocklender y sus confesiones seriales?... ¿Qué pasó con la cadena de prostíbulos que dirigía personalmente el doctor Zaffaroni?... ¿Qué fue del “espionaje oficial” que el sábado 13 gritaban en tapa?... Qué del Indec, qué del ANSSeS, qué de las virtudes de los candidatos de la oposición que ahora pisotean como niños traicionados por sus juguetes?... (ver Arlequienes vencidos)...
A la luz de los hechos, nos parece un ejercicio muy recomendable, ahora, recorrer las ediciones de Clarín durante los días previos al cataclismo que acaba de acabarlos.
Echemos un rápido vistazo...
El miércoles 10, por ejemplo, se gastan una tapa -como si el papel no lo sufriesen los árboles- en otra denuncia de la que ya nunca sabremos más nada apenas el jueves 11: “Presionan a personal del Ansses para que aporte a la campaña”. Y chau.
El jueves 11, ignorantes del inmediato destino, su elenco de arlequines políticos, ya destinados al desastre, lucía sin embargo invicto en su portal. Vemos hoy todavía en Clarín.com: “Alfonsín habló de un regreso a la república, y prometió terminar con el despilfarro”. “Duhalde advirtió que pueden venir épocas de recesión”. “Carrió pidió a los votantes que no los una el espanto”. (Como vemos, el ejercicio que proponemos no carece de comicidad)...
El sábado 13, además del escándalo por “espionaje oficial” que mencionamos antes -y que ya el lunes sería nada-, allí estelar aparece una vez más, horas antes de las elecciones, Sergio Shocklender; acaso como presentación de despedida. No volvimos a verlo.
Ahora los temas importantes, para Clarín, son otros. Los gases de Susana Giménez, la vuelta de Messi… Aún hoy en tapa, con un mundo en llamas, en un planeta que empieza girar para el otro lado, Clarín reduce la realidad a un "aumento de precios"  local que hay que entender con la calculadora a mano, y un economista al lado. 
Insisten, sí. Pero como decíamos ayer: lo que resta no es sino la inercia de su caída. Clarín se terminó.
Ya no sólo son el gobierno y la gente en su inmensa mayoría quienes se hartaron del Grupo y su juego, sino también, ya, los pocos sobrevivientes del huracán Cristina. Hoy lo escuchábamos en el programa de Víctor Hugo a Alberto Rodríguez Saa declarar a Magnetto "el gran perdedor", y por efecto simpatía –no se la iba a perder-, a su viejo socio desde los días dorados cuando les pesificó la dueda en dólares a costa de todos nosotros, Eduardo Duhalde.
Clarín se terminó.
Los que no quieran apartarse de las mayorías, tendrán que apartarse de Clarín.
Como un detergente que ensucia los platos, aquí están los resultados de promocionarse por por TN, por Canal 13, por Mitre, por Clarín o sus derivados. A  estos abismos de la indiferencia popular conduce buscar la aprobación de Julio Blank, de Inmorales Solá, de Domingo Faustino Biassati o del espantoso doctor Nelson Castro… Así termina todo eso: mal, como Clarín.
Desde que inauguramos este blog como El Martillo en la comunidad de Clarín.blogs el 4 de octubre de 2008, cuando tan fuertes parecían ellos, venimos luchando por este desenlace, por este final, por este derrumbe por el cual, nos permitimos sentir, también hicimos nuestra pequeña pero orgullosa parte… (Ver El martiyo contra Clarín).
Cómo entonces no señalarlo, cómo no celebrarlo, ahora, así, un post tras otro bajo el sonoro título de lo que ahora son: vestigios de la derrota 



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TIEMPOS MODERNOS: el presente que somos todavía...

El Martiyo Producciones Presenta...

Tiempos Modernos XXVIII


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miércoles, 17 de agosto de 2011

VESTIGIOS DE LA DERROTA (II): PERDERDORES PERDIDOS.



Por encima de lo que ayer aquí llamábamos Arlequines vencidos, el huracán Cristina se llevó puesto, sobre todo, y más que a la oposición, a su gran artífice y productor, Clarín, el Grupo y sus etcéteras.
Pero los abstractos no pagan las consecuencias de ninguna derrota; son sus hombres, sus nombres y sus actos, lo que la historia, y la gente, acaban por juzgar, absolver o condenar. Por el momento, es todo dispersión, desconcierto y delación.


PERDEDORES PERDIDOS




“Ya nunca me verás como me vieras”.
Homero Manzi.



En el gran remolino de la derrota destellan y se pierden las últimas imágenes de varios naufragios...
Elisa Carrió, el lunes, extinta y aún asi declarándose "felíz" en la que acaso fuera ya la última conferencia de prensa que la prensa le conceda. “Estoy feliz”, decía vencida, sonriente, abandonada por la gente, aplastada por los números, “feliz”, su gran mentira del adiós…
Francisco de Narvaez, insistiendo con su gobernación enredado en augurios y promesas que ya ni él mismo se cree…
El hijo de Alfonsín, repitiendo trémulo los mismos versitos vacíos que al menos su padre recitaba con énfasis; y encima pidiéndole a la gente que “reflexione mejor” para los comicios octubre, sin pensar que así se arriesga a que lo voten todavía menos…
Eduardo Duhalde, el tercero en discordia, pero en discordia con el votante; el hombre que prometió devolver dólares a los que habían depositado dólares, el hombre que juró públicamente y varias veces retirarse para siemrpe de la política, y que allí está todavía, prometiendo ahora que dará un “susto en octubre”…
Jorge Lanata, a punto de implosionar después de tragarse un sapo de su tamaño...
Pino Solanas, gritando “¡no nos tragamos un sapo: ¡nos tragamos un rinoceronte!!, como si hablara de Lanata...
La voz de Mirtha Legrand cruzando el aire de las radios una vez y otra vez dudando del cuerpo en el cajón cuando la muerte de Néstor Kirchner, y la miseria hirviente de aquellas palabras que hoy la cocinan en su propia salsa…
Biolcatti y Buzzi, derrotados en sus propios pagos, ya prontos para aniquilarse mutuamente, cruzándose el desprecio que siempre se tuvieron, mientras Alfredo de Angelis, su triste pinocho desdentado, tartamudea explicaciones inservibles, lejano, difuso, desdibujado ya…
¡Beatriz Sarlo!, acogotando la lógica desde La Nación para terminar agarrada, aún hoy, a esta altura de los hechos, ante la contundencia del domingo, del efecto “viudez”,  y revelándonos por lo tanto que al final sus profundas razones ideológicas no eran sino pura envidia femenina, sarasa ilustrada, y la obediencia debida a su propio kiosquito y sus patrones…
¿Y no es un flash recordar que el vicepresidente de la nación es todavía el fantasma Julio Cleto Cobos, etéreo como un gas, como un flato del pasado que hoy parece apenas un chiste sucio, no es un flash?...
Pero por encima de todos ellos, en la cúspide puntual de esta montaña de escombros, se yergue, doblado y roto, Clarín, el Grupo, sus dueños, sus socios y sus cómplices, no ya todos estos que bien llamábamos ayer: arlequines vencidos.
Hoy Clarín, en su edición de hoy, arrasados aún por semejante cataclismo electoral, nos habla de cualquier otra cosa. De las cámaras en las escuelas, de los crímenes con los que a diario se alimentan y convidan; de fútbol, por supuesto, mucho, de la victiria de River, y de Roger Waters…
Se preguntan qué hacer ahora.
Clarín, o sea: sus hombres.
No sólo el alto mando, ojo, sino, y sobre todo, sus más altos oficiales, sus mejores muchachos, los Ricardo Kirchbaum, los Van der Koy, los Julio Blank, los Nelson Castro, los Inmorales Solá, y todos los que pusieron la cara  y el nombre y el prestigio por Clarín, y que ahora, desconcertados, perdidos del todo perdidos, nos hablan de pronto de cualquier otra cosa.
Aturdidos, shockeados, no acaban de endender que no sirvió de nada subestimar al lector, y vuelven a intentarlo para que nadie se de cuenta de que todo ha terminado, y que ellos lo saben tan bien como nosotros.
Ya en el 25 de mayo útlimo, en nuestro post El ventírlocuo maldito, anunciábamos en primicia mundial que allí abandonabamos la lucha contra los variados e indistintos referentes de la oposición, convencidos de que no tenía sentido ahorcar al muñeco mientras se nos escapaba el ventrílocuo.
Hoy revolvemos los escombros, pero no olvidamos quien es el dueño de la fortaleza derrumbada.
Clarín, el Grupo, el monopolio y su oligopolio, sus socios, sus dueños, sus responsables, y sus altos jerarcas que prestaron algo más que el nombre, la cara y la vida al servicio de lo que ellos sabían que era lo que era.
Suceda ya lo que suceda en octubre, ahora ellos y nosotros sabemos que no les creemos, que más allá de la Capital no encuentran ecos sus mentiras, y que ya no hay para atrás. No sólo la ley de medios será cumplida. Ellos y nosotros, ahora, debemos terminar lo comenzado.
Lo que resta, de aquí en adelante, es apenas inercia de la caída.
No se extrañe el lector si después de este desastre y su desconcierto, advierte que Clarín resucita levemente oficialista, conciliador, como quien aspira a un acercamiento, por no decir: a una rendición negociada… No se extrañe.
La derrota ha llegado, y jugando con la frase de Céline que encabeza nuestro blog: en ella el que no es escombro, es arquitecto.
Clarín tiene víctimas, o culpables, no inocentes.
Porque mucho más acá de cualquier abstracto, están los hombres, sus nombres, y sus cosas.
Los ejércitos vencidos se dispersan, pero sus generales quedan allí, atrapados por la derrota, explicando lo inexplicable, cambiando de tema… rebuscándoselas como pueden.
Porque mucho más acá de todo abstracto, son ellos los verdaderos perdedores.


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martes, 16 de agosto de 2011

VESTIGIOS DE LA DERROTA: LOS FORROS USADOS DE CLARÍN.



El mismo domingo de las primarias, todavía calientes, ni siquiera tibios, los cadáveres de la oposición, Magnetto ordenó el entierro de todos, y su general Kirchbaum corriendo agarró la pala, y en una tosca fosa común, los sepultó casi con asco.

ARLEQUINES VENCIDOS



“Roma no paga traidores”.
Escipión

No hace falta ser periodista para saber que si algo sale en el diario el lunes por la mañana, es porque fue escrito a más tardar el domingo por la noche. Así sabemos entonces que apenas surgían las primeras cifras de las primarias, aún vivos los muertos de la oposición, Héctor Magnetto ya le ordenaba a su (secretario) general Ricardo Kirchbaum ejecutarlos y chau. Roma no paga traidores.
Dice obediente el general Ricardo Kirchbaum en su editorial de ayer:
“Este escenario favorable a la reelección, a algo más de dos meses del comicio presidencial, es exclusivo mérito del oficialismo y una impúdica muestra de que la oposición, por lo que fuera, no ha sabido encontrar un común denominador todavía para convertirse en un desafío serio para el kirchnerismo”, dispara Kirchbaum, pero manda Magnetto. El romance había terminado.
La rabia de la derrota la sentirán ahora sus arlequines vencidos. Carrió, la Bullrich, el hijo de Alfonsín, De Narváez; acaso se salve Duhalde aferrado a viejas oscuras complicidades, pero el resto conocerá, ahora sí, el lado oscuro del Grupo que creyeron aliado, amigo, “víctima” incluso, como los quiso Lanata… Ahora todos ellos, en el mejor de los casos, gozarán de la indiferencia, cuando no de castigo. Alguien debe pagar esta derrota, y no será Roma, claro.
“La oposición está, de verdad, en una encrucijada: no hubo primus interpares en el pelotón de segundos. Esa paridad niveló a la oposición para abajo en esta primaria. Esa foto de anoche dejó al descubierto que ninguno de los desafiantes de Cristina ha logrado un volumen suficiente para restarle votos y discutirle con alguna probabilidad de éxito la elección presidencial. Y que la dispersión opositora y sus errores son de exclusiva responsabilidad de sus dirigentes”. Las negritas son de Kirchbaum, los gritos de Magnetto. Nunca hubo amor.
Funcionales –serviles- a sus intereses, a sus negocios, y a su desesperación ante los crímenes del pasado, el Grupo los infló de importancia, les dio entidad política, hasta les aportó contenido cuando nunca lo tuvieron –caso Carrió-; y los ungió incluso de valor moral cuando mucho menos lo tenían –caso Cobos-; pero nada de todo fue jamás amor. Ja. Era puro interés utilitario, y ahora nada, o peor: ahora desprecio, rechazo, asco casi, como si se tratara de verdad de profilácticos usados..,
Cuando el gobierno rompió lanzas con la Sociedad Rural, todos ellos se pusieron del lado de la Socidad Rural. Cuando la Ley de Medios, a favor de los monopolios. Cuando los hijos de la Noble, se enfrentaron con las Abuelas. Cuando apareció Shocklender, celebraron el daño a las Madres. Cuando le tocó a Zaffaroni, hasta pidieron su renuncia. Ahora ya lo saben: Roma no paga traidores.
Mucho menos en su caída.


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lunes, 15 de agosto de 2011

DESTELLOS AJENOS. HOY: Raúl Scalabrini Ortiz.






Destellos Ajenos:

“La prensa argentina es actualmente el arma más eficaz de la dominación británica. Es un arma traidora como el estilete, que hiere sin dejar huella. Un libro permanece, está en su anaquel para que lo confrontemos y ratifiquemos o denunciemos sus afirmaciones. El diario pasa. Tiene una vida efímera. Pronto se transforma en mantel o en envoltorio, pero en el espíritu desprevenido del lector va dejando un sedimento cotidiano en que se asientan forzosamente las opiniones. Las creencias que el diario difunde son irrebatibles, porque el testimonio desparece”.

Raúl Scalabrini Ortiz

"Más de 1000 Palabras". Hoy: "La vergüenza de haber sido", con Elisa Carrió.

El Martiyo Producciones Presenta...

*Más de 1000 Palabras*
(galería de imágenes)


Titulo:
"La vergüenza de haber sido"

Elisa Carrió, expolítica.

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Destellos Apócrifos. HOY: Elisa Carrió.

Destellos Apócrifos:

"No hay que confundir gordura con hinchazón".

Elisa Carrió.

Aforismos: "No hagáis leña del árbol caído...

Aforismos:

"No hagas leña del árbol caído.
¿Pero entonces de cuál?"

PASARON LAS PRIMARIAS: EL HURACÁN CRISTINA

Pasaron las primarias nacionales como una tempestad que sólo deja en pie lo que está bien agarrado. Aquí El Martiyo intenta una primera visión del nuevo paisaje, cuando todavía el viento de cola, del que tanto hablaba la oposición, revolea sus propios restos.

EL HURACÁN CRISTINA




No se ganaron las presidenciales, se ganaron nada más unas primarias abiertas. Pero todos sabemos lo que pasó ayer: el pueblo -casi el 80 por ciento-, soberano, se manifestó y dijo. Quien no sepa oírlo, ya está fuera de juego.
Con la voz de hierro de las matemáticas, los números cantan la canción de la verdad: ganó Cristina con mucho más del 40 por ciento que precisaba para barrer todas las dudas más los muchos y desesperados intentos de una oposición que así ayer, del otro lado de la victoria, estalló y se astilló entre varios candidatos que en su conjunto suman ninguno.
Este es el modelo, y Cristina su conductora indiscutida, dijo la gente, la mayoría en su conjunto, y dijo muchas más cosas que recién con los días se entenderán mejor…
Hoy es apenas el día después, la polvareda se asienta de a poco, pero aún así divisamos algunas siluetas que el ayer ya se lleva…
Allí los vemos a Eduardo Duhalde y al hijo de Alfonsín peleando por un puñado de votos, dijera Borges, “como dos pelados por un peine”…
Allí se va ya para siempre, envuelta en sus propios delirios, con sus denuncias de cotillón, por fin en silencio, la extinta Elisa Carrió, cuya muerte política nosotros ya habíamos anunciado hace rato (Ver Toda bomba que camina…)
Allí se va también, con todos sus millones, su propio canal, su Legrand y sus votitos, Francisco de Narvaez, tan falso todo él como un dólar colorado…
Allí queda también, ya lejana en su pasado reciente, la victoria municipal de Macri, y la gran ilusión porteña de un país limpio de negros, de bolitas y esas cosas…
Allí quedan los hermanos Rodríguez Saá, reducidos a San Luis, desterrados en su propia patria ajena…
¿Y quién era -se pregunta de repente la Historia- Julio no sé cuánto Cobos?...
Así por fin pagan Magnetto y sus arlequines la aventura moral que emprendieron cuando creyeron posible subestimar el amor de muchos, sobreestimar el odio de pocos, y pensar que bastaban María Laura Santillán, Inmorales Solá y cosas así como Bonelli o Tinelli para engañar a un pueblo entero…
Así acaban los ataques a las Abuelas, a las Madres, a Zafarroni… a Cristina; y por efecto reflejo, así acaban las defensas a las causas y las personas que aquellos atacan: los asesinos, los especuladores, los traficantes, los mentirosos, o sea, Videla, Bussi, Macri, Duhalde...
Así acaban las trampitas legales, los jueces cautelares, los recursos infinitos, los monopolios…
Así acaba todo eso, y sobre todo, claro, así acaba Clarín, pisoteado boca abajo en el mismo barro de sus mentiras…
Estúpidamente, en un show que no hace reír pero da mucha risa, los dos segundos, perdedores absolutos, festejan su propia victoria fantasma bajo los escombros de sí mismos… Una risa, sí.  Con los días se calmarán, y el tiempo hará el resto.
No se ganaron las presidenciales, se ganaron nada más unas primarias abiertas. Pero todos sabemos lo que pasó ayer.
Con la confesa subjetividad ya declarada a la izquierda en la presentación –y que a la vez garantiza nuestra honestidad-, confesamos aquí la franca alegría que nos produce el triunfo contundente de Cristina, pero tanto, o más, la noticia de un país habitado por un pueblo que entiende su destino sin que venga Clarín y se lo explique.
No se ganaron las presidenciales, tranquilos todos: se ganó mucho más.



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