////// Año XVIº /// Editor Anónimo: Daniel Ares /// "Prefiero ser martillo que yunque", Julio Popper ///

viernes, 7 de enero de 2011

BRULOTES BRUTALES: HOY: ERNESTO SÁBATO


Dos veces publicamos este brulote, dos veces Clarín lo censuró, por ello aquí, definitivo ahora, indeleble ya (hasta donde indelebles somos), lo reeditamos sin demoras antes de que Sábato se muera, pues no estaría nada bien hablar así en su ausencia.



LA IMPORTANCIA DE LLAMARSE ERNESTO




Ya nos hemos referido alguna vez a esa vocaciòn tan argentina de comprar lo que no existe y vender lo que jamás tuvimos, y dimos tambièn algunos ejemplos concretos: Riquelme, Alfonsín, Menem, Chacho, Orteguita, la crotoxina, Viedma Capital, en fin… La Compañía Argentina de Camelos, fundada con la patria, no descansa jamás.
Pero acaso ninguno de sus productos haya sido tan logrado, tan loado, y tan bien impuesto, como Ernesto. (La rima es un influjo de la primavera, pero también un intento suave por quitarle desde ya toda importancia al nombre).
Nos referimos, no hay suspenso, a Ernesto Sábato, autor de incontables libros  (incontables porque mejor que no te los cuenten), y sobre todo, más que nada, o acaso  “exclusivamente”, hombre comprometido con su país y su tiempo, con su pueblo y sus pesares, y con las más grandes causas que valgan la pena... o algún buen premio, en lo posible literario.
Como escritor, no hay mucho que decir de él. Publicó un expediente judicial muy importante titulado "Nunca más", y algunos varios ensayos ajenos, pero astutamente emparedados como ensanguchados con frases propias (o al menos sin comillas). Sus novelas, El Túnel y Sobre héroes y tumbas, son aburridas (felizmente ignoramos o hemos olvidado si hay otras). Sobre héroes y tumbas es una obra de largo aliento, preferible correr una maratón. El Túnel por lo menos es corta, se acaba rápido y la olvidás enseguida, metéle sin miedo, (aunque no perdés nada si seguís de largo).
Alegando que escribir lo deprimía (a nosotros leerte, mirá vos), durante muchos años Ernesto se mantuvo alejado de la literarutra. Fueron buenos tiempos, cómo no...
Pero todo concluye al fin y Ernesto, endeble  pero indoblegable, volvió a las librerías para despedirse con un libro del cual se esperaba una dramática repercusión ya que sería, se dijo, su "último trabajo", y por ello iba titulado –con redobles de escobillas-  “Antes del fin”... Sólo que después Ernesto siguió sin morirse, y claro... la gente se sintió engañada, y las ventas mermaron, lógico.
En cambio como hombre público, como hombre de su tiempo, como… ¿cómo decirlo?... como mentor y guía de la humanidad toda (no nos achiquemos) ahí, bueno... ahí cuidado, mucho cuidado, porque en tal sentido, podríamos decir, Ernesto es único, lo que se dice único.
Antiperonista biológico por aprehensión a los pobres, los negros, los otros y los muchos, sin haber sufrido -acaso- más que alguna detención momentánea por averiguación de antecedentes (o escándalos en la vía pública, como mucho), igual celebró la Libertadora, y recién muchos años después. qué vivo, condenó bombardeos y fusilamientos porque para entonces ya estaba colgado de la liana de Frondizi. Tan luego a Rogelio Frigerio le dedica El Túnel. (Que se joda Frigerio)
Luego iban a sucederse azules y colorados, vuela Frondizi, dibujan a Guido, llega Illía, lo sacan de una oreja, viene Onganía, la noche de los bastones largos y todo eso, cuando ya arrancan los Montoneros y se suceden Levingston y Lanusse, y pasa Campora, y vuelve Perón, vuelve y se muere ya en medio de la gran balacera, y ya es el golpe, la dictadura, desaparecen, son asesinadas, encarceladas, desterradas y torturadas miles y miles de personas, estalla la guerra con Gran Bretaña, la derrota, el fin, y durante todo este tiempo, que fue en menos de un párrafo desde 1955 a 1983, Ernesto estuvo siempre ahí, hay que decirlo. En su casa de Santos Lugares. Hablando de sí mismo, su tema predilecto.
(Vale la digresión: por aquellos años el cronista de estas líneas lo visitó justamente allí, en su casa de Santos Lugares. Hay testigos, podemos citarlos. Jóvenes, ilusos, otro como yo y yo quisimos conocerlo, y lo conseguimos. Una mañana oscura de sábado, nos concedió por fin una hora  de su divino tiempo. Fueron exactamente 60  minutos de balanza, donde Ernesto nos  habló tanto de Ernesto, que en un momento hasta nos dieron ganas de conocerlo y todo… Nos contó de su frágil salud, de sus retinas descapotables, de sus depresiones crónicas, y únicas, pues nadie podía entender cuánto sufría Ernesto a consecuencia de su trágica sensibilidad desde luego también única. Una tristeza enorme… La única alegría que ese día nos llevamos de esa casa, fue la visión de sus cuadros, porque Ernesto ahora pintaba. Eran cuadros terribles, horribles, precarios, imitaciones de principiante sin destreza ni vocación, pero fue un alivio saber que al menos ya no escribía. Y a los sesenta minutos exactos, Ernesto miró su reloj y nos despidió. Sin indemnización ni nada. Afuera la mañana seguía negra, y la dictadura con su fiesta).
Y eso es lo milagroso, ahí lo distinto, lo diferente, lo que hace de Sábato un hombre singular: en 30 de los años más violentos de la historia argentina, Ernesto, intelectual comprometido, aguerrido, insobornable, implacable, valiente y altruista, jamás, nunca, ni una sola vez -a diferencia de todos sus pares-, sufrió un día de arresto, ni un fin de semana de exilio (aunque más no fuera varado en Colonia por la lluvia), ni se ligó siquiera un empujón de un vigilante. Nada. Pintaba en Santos Lugares mientras hablaba de lo bien que pintaba. El único bife que le dio la violenta  dictadura militar, se lo sirvieron el día que fue a almorzar con Videla en la Casa Rosada.
Y sin embargo su nombre cobró una importancia ecuestre.
Nos preguntamos entonces, antes de enloquecer: ¿Cómo lo hizo?...
Un hombre que escribió poco y mal, y se comportó peor, llegó sin embargo a convertirse en uno de nuestros más premiados escritores, y en un ejemplo de moral tal, que no se entiende cómo alguna vez la prensa del corazón no le inventó un romance con Teresa de Calcuta.
¿Cómo hiciste, Ernesto?...
Asombrados, perplejos, casi del todo desesperanzados, quisimos dejarle, entonces, nuestra humilde ofrenda.
Aquí te saludamos, Ernesto, y con gusto te dejamos, este martillazo puesto.

(Publicado por primera vez en El Martillo, Clarín.blogs - 26.10.08)

* * *

Aforismos: "Recuerda al levantarte...

Aforismos:



Recuerda al levantarte, que cada nuevo día supone una nueva esperanza.
(Y otras cosas que mejor no suponer, porque sino no te levantás más).

jueves, 6 de enero de 2011

"CRÓNICAS Y BLUES": LA CANCIÓN DEL SACERDOTE... (ni siquiera un blues).

LA CANCION DEL SACERDOTE


"Yo me ofreeezcooo",
cantaba devoto el sacerdote

"Yo me ofreeezcooo",
cantaba el sacerdote de rodillas

"Yo me ofreeezcooo",
cantaba el sacerdote bajo la luz de la ventana
en la sencillez recoleta de su cuarto
desabrochada a medias su sotana
con verdadera pasión, con toda entrega…

"Yo me ofreeezcooo",
cantaba el sacerdote
mientras hurgaba con sus dedos mi bragueta.


DA/5 de julio de 1993

"MÁS DE MIL PALABRAS" (galería de imágenes). Hoy: "Gestos de Europa I", con Nicolás Sarkozy

El Martiyo Producciones Presenta...


*Más de 1000 Palabras*
(galería de imágenes)


Título:

"Gestos de Europa I"

Nicolás Sarkozy, presidente de Francia.

UNA HISTORIA DE AMOR BREVE Y BRAVA...

El amor después del amor, y de los amantes también.




ESAS COSAS DE CELESTE Y ROSA





Esto sucedió la semana pasada en Sao Paulo, pero no importa dónde ni cuándo.
Un chico de 20 años, rechazado por su novia, decide visitarla armado con un revólver, y la toma de rehén.
Al llegar la encuentra con un grupo de compañeros, en su casa, estudiando.
A punta de pistola, Linderberg -así se llama nuestro héroe-, saca a todos los intrusos de allí, y se queda con su novia y con una amiga de ella que no quiso abandonarla en dicho trance.
Desde luego, la policía no tarda en aparecer, rodea el edificio, y comienzan las negociaciones y pasan horas... Horas que al cabo suman un día, y luego dos, y tres, y cuatro y cinco, y recién entonces, ala quinto día, mientras la televisión ya transmitía entre bostezos las  no-noticias directamente desde el lugar, ¡pumba!, se oye una explosión, la policía de pronto tira la puerta del departamento abajo, y de la lógica confusión que se desata, sacan primero un chico ya maniatado -¡es Linderberg-, luego una chica, no sabemos quién es pero sangra por la boca, y luego por fin aparece la otra chica alzada por un policía que la saca de allí corriendo...
Telón.
Más tarde confirmarán los noticieros que ambas chicas habían recibido sendos balazos en la cabeza.
La exnovia, el sábado a la noche, fue declarada clínicamente muerta.
La otra chica, herida en la boca, precisará de algunas cirugías, pero sobrevivirá.
Linderberg quedó incomunicado. Su abogado renunció, y la justicia sólo espera que se reponga y pueda hablar la testigo sobreviviente.
Mientras tanto en Sao Paulo, en Tokio, en Johannesburgo, en París, La Paz o Nueva York, el amor más allá de sus amantes sigue flechando corazones... cuando no baléandolos.

El amor siempre vence.
Sea como sea.

miércoles, 5 de enero de 2011

Destellos Apócrifos. HOY: WALT DISNEY...

Destellos Apócrifos:
"Yo no me caliento más".
Walt Disney.

LAS CHICAS DEL MARTIYO... ofrecen también su corazón.

“Las Chicas”

Esta chica parece ofrecernos su corazón...
Nosotros lo tomaríamos con mucho gusto, y con ambas manos.


* * *

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martes, 4 de enero de 2011

Destellos Ajenos - Hoy: Fiodor Dostoievski...




Destellos Ajenos:


"No necesito dinero, o mejor dicho, no es dinero lo que necesito, ni siquiera es poder, sólo necesito lo que se adquiere con el poder y no puede adquirirse sin él: la conciencia tranquila y solitaria de la fuerza".

Fiodor Dosteievski

ANÉKDOTAS: HOY: Una de Hitler...

Anékdotas


Hoy: "No es bueno que el hombre esté solo"


Con Adolfo Hilter


Villano invitado: Albert Speer


Albert Speer, arquitecto del IIIª Reich, llegó a inspirar tanta admiración en Adolfo Hitler, que éste le encargó el diseño del estadio de Nüremberg, de la Cancillería de Berlìn, y de toda Berlín de vuelta. Finalmente Speer se convirtió en algo más que en su arquitecto personal, y fue su hombre de confianza, su consejero, o lo que un ser humano hubiéra llamado su niño mimado... Hasta cierto día en que Hitler, pintor frustrado, quiso probar la lealtad de Speer, y lo llamó para mostrarle un garabato recién hecho por su propia mano.
-- He pensado que éste podía ser el nuevo emblema del Reich...
Speer contempla el esperpento, y dice casi con euforia:
-- ¡Es maravilloso, main fhurer!...
Pero entonces Hitler le responde:
-- No, Speer… esto es una porquería, y usted es igual que todos.


* * *

LOS 7 PECADOS EN 7 FOTOS Y UN SOLO CLICK

El Martiyo Producciones Presenta...
* LOS 7 PECADOS EN 7 FOTOS *

Aquí en un sólo click toda la serie de esta sección gráfica y finita inspirada en ese poético invento católico de los 7 pecados capitales, que tantas ficciones, dramas y comedias, conflictos y prejuicios han inspirado a su vez, sin que se les conozca, hasta esta página, ningúna otra razón más o menos positiva...
Aquí entonces, para ver, reflexionar, cortar o pegotear, los 7 pecados en 7 fotos y un solo click...


lunes, 3 de enero de 2011

TIEMPOS MODERNOS IV: IMÁGENES CRUDAS DE UN MUNDO CRUDO...

El Martiyo Producciones Presenta...

Tiempos Modernos IV




LOS CHISTES DE BORGES... y la gracia del horror


Los chistes de Borges


Cuando le preguntan a María Kodama qué es lo que más extraña de Borges, ella no duda en responder: “su sentido del humor”. Uno de los hombres más divertidos de la historia del hombre, sin embargo, decidió pasearse por su siglo disfrazado de viejo aburrido, sin romances rimbombantes ni escándalos de vodeville, con su traje siempre gris, su bastón y su ceguera, su hablar lerdo y trabado, y su genio camuflado de sabio que no sabe. No es arbitrario pensar que esa sola caracterización, única y total, fuera su más secreta y grande broma.



Si hasta cuando profetizaba el horror, el horror cobraba gracia.
En 1941 escribe un artículo para la revista Sur en el que advierte sobre el peligro todavía inadvertido que ya representaba Adolfo Hitler para el mundo entero. Cerraba así.
“Lo inverosímil, lo verdadero, lo indiscutible, es que los directores del Tercer Reich procuran el imperio universal, la conquista del orbe. No haré enumeración de los países que han agredido ya y expoliados; no quiero que esta página sea infinita. Ayer los germanófilos perjuraban que el difamado Hitler ni siquiera soñaba en atacar este continente, ahora justifican y adulan su novísima hostilidad. Han aplaudido la invasión de Noruega y de Grecia, de las Repúblicas Soviéticas y de Holanda; no sé qué júbilos elaborarán para el día en que a nuestras ciudades y a nuestras costas les sea deparado el incendio. Es infantil impacientarse, la misericordia de Hitler es ecuménica; en breve (si no lo estorban los vendepatrias y los judíos) gozaremos de todos los beneficios de la tortura, de la sodomía, del estupro y de las ejecuciones en masa. Alguien, para frustrar nuestras esperanzas, observa que estamos lejísimos. Le respondo que siempre las colonias distan de la metrópoli: el Congo Belga no es lindero de Bélgica”.

EUROPA EN GUERRA: LA BATALLA DEL GLYCOL


Los aeropuertos pelean por anticongelante



LA ERA DEL HIELO





“Para colmo el mal tiempo”
Ernest Hemingway, París era una fiesta.

Predicción por excelencia del Martiyo -lamentable por infalible-, la guerra en Europa, cuyo comienzo anunciamos ya desde los días del Martillo; por fin es descubierta incluso hasta por nuestros principales diarios que hace rato no se enteran de nada enceguecidos como están por salvar de la justicia a sus negocios y sus dueños...
Sin embargo ayer nomás el corresponsal de Clarín desde Bruselas inicia su nota sobre la escasez de anticongelante en Europa, con estas textuales palabras: “Los aeropuertos europeos entraron en una guerra”: El trágico vocablo ya comienza a llover, gotea por ahora, pero desde un cielo negro cada vez más negro.
Y no forzamos la interpretación de los hechos, ni la frase del cronista, ni de jactarnos de ver lo que se se ve a simple vista aunque muchos no quieran mirarlo... Se trata nada más de revisar cada tanto lo que todavía queremos creer que aún es posible parar.  
Por el momento "parece" que la palabra guerra ahí apenas refiere a la guerra por el glycol, el líquido que permite descongelar los aviones, y que entró en falta no sólo por la excesiva demanda, sino también porque los trabajadores de una de las tres únicas industrias que lo producen para toda Europa, entraron en huelga como tantos otros trabajadores de toda Europa. Por eso encomillamos “parece”.
Porque a esta guerra de los aeropuertos se suma el raro rosario de bombas en las embajadas de Chile y de Suiza en Italia, en el parlamento griego, en su embajada de Buenos Aires, y otros explosivos no detonados pero también hallados o simulados en amenazas que se suceden y enrarecen el aire de toda Europa, y entonces en dicho contexto la guerra de los aeropuertos pasa a "parecer" apenas una batalla de la gran guerra de Europa.
Porque a la guerra de los aeropuertosa las bombas por todos lados, habría que agregar además las protestas cada día más violentas que detonan por simpatía en toda las capitales de Europa conforme les informan a sus pueblos que todo era mentira y que se acabó la fiesta; y a la guerra de los aeropuertos, las bombas y las protestas, habría que sumar además el consecuente avance de la xenofobia y por lo tanto de la ultra derecha desesperada en casi todos los parlamentos europeos; que a su vez dan por ejemplo en las deportaciones étnicas del humanista Sarkozy (ver aquí), y en las amenazas de la inestable Angela Merkel (ver aquí), y en la recesión y en la desocupación que suben sin parar en España, Irlanda, Portugal, Italia, Grecia, y el dominó que les sigue, y para colmo el mal tiempo...

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Porque a la falta de anticongelante, además hay que sumarle las vías férreas y las carreteras interrumpidas por las nevadas de un invierno hijo del diablo que así nos descubre a todos la real precariedad de un viejo primer mundo en la pendiente de su decadencia.  
En tan extraño contexto asume la presidencia semestral del parlamento Europeo el primer ministro húngaro, Victor Orbán, quien acaba de instaurar en su país un régimen bastante similar, en principio, al stalinismo, con intervención estatal efectiva y directa sobre los medios de comunicación, y limitaciones políticas concretas al poder judicial.
Desde luego la mitad de Europa se opone a dicha presidencia, mientras la otra mitad la mira con cariño. La Unión Europea se desune otra vez. Igual sucede con el tema del muro que ahora quieren levantar los griegos para defenderse de la inmigración de los turcos. Algunos países de la comunidad se oponen, y otros sueñan con su propio muro. La cosa que así, por aquí y por allá, por esto y por aquello, la gran Unión se desune y se desune en un juego de grietas que abren nuevas grietas y que anuncian abismos.
Un cronista apurado, distraído -o perceptivo-, podría usar aquí también la expresión guerra, la guera parlamentaria o la guerra de las inmigranteso o algo por el estilo, y sin embargo, no serían estas sino otras batallas de la gran guerra que repta, se extiende y estalla por toda Europa todos los días.
Y para colmo el mal tiempo.



LOS CHISTES DE PERÓN. HOY: Matrimonios y algo más...

Los chistes de Perón


Si alguna vez los argentinos consiguiésemos el nirvana tangible de una divisa estable, esa nueva moneda debería llevar impresas, en sus dos caras sin ceca, las imágenes yuxtapuestas de Borges y Perón, como el yin y el yang de una Argentina sola, que en su doble anverso, grabara así la riqueza de nuestras más hondas contradicciones, unidas entonces por las solas banderas de la gracia de la inteligencia, la agudeza de la sensibilidad, y la sabiduría siempre que revela el humor. Por ello aquí El Martiyo, en un gesto estético histórico -pero histórico por estético-, reúne, funde, en un mismo marco, en idéntico formato, a este dueto imposible, y sin embargo… Esperamos que así como los peronistas disfrutan de Los chistes de Borges, así la otra Argentina disfrute de Los chistes de Perón, quien supo tener, indiscutido, el sentido de la risa que es propio de los grandes. Y que nos hace mejores.



No hace mucho Ricardo Carpena entrevistaba para La Nación al mítico empresario argentino Carlos Pedro Blaquier, quien pese a no ser peronista tuvo una buena relación con Perón, a tal punto que, en reconocimiento a su amistad sin filiación, un día Perón le regaló un bastón de mando. Blaquier recordaba que entonces le dijo:
-- Pero mejor déselo a un peronista…
Y que Perón le respondió.
-- Nunca, Blaquier... Un peronista jamás le entrega el poder a otro peronista, salvo que sea el peronista de su mujer.